Arrugas: “Podrías ponerte un filete fibroso en la piel”.

Al menos en redes sociales, algunas de las figuras más destacadas describen su rutina matutina así: un batido de colágeno, seguido de una mascarilla facial rica en colágeno. Influencers y médicos promocionan los productos, que supuestamente fortalecen la piel, el cabello, los huesos y las articulaciones, e incluso, supuestamente, aceleran el crecimiento del cabello. Suena tentador. Pero ¿cuál es la verdad?
El colágeno se encuentra en casi todas partes del cuerpo: en huesos, tendones, vasos sanguíneos y piel. Son un grupo de proteínas que estabilizan los tejidos y aportan elasticidad. Estas moléculas proteicas constituyen una cuarta parte de todas las proteínas del cuerpo humano y fortalecen, por ejemplo, el tejido conectivo, que actúa como andamiaje y relleno.
"El colágeno es nuestra dermis; es tan resistente como una chaqueta de cuero", afirma Julia Welzel, dermatóloga y profesora de la Universidad de Augsburgo. La dermis, o dermis en términos técnicos, es la capa media y más gruesa de la piel. Sin embargo, la síntesis de esta proteína por parte del cuerpo disminuye con la edad. Y con ella, la estabilidad del tejido conectivo también disminuye. El resultado: dolor articular, menor densidad ósea, flacidez cutánea y arrugas.
Los alimentos frescos hacen más que los suplementosParece lógico aportar más colágeno al cuerpo frotándolo sobre la piel o consumiéndolo en batido. Pero eso es demasiado simplista, dice Welzel, porque no hay evidencia científica de que el colágeno llegue realmente a su destino.
El colágeno se vende a menudo como suplemento dietético, en polvo o cápsulas. Al ser una proteína, el cuerpo la digiere como cualquier otra: la descompone en estructuras proteicas más pequeñas y aminoácidos, y los absorbe a través del intestino. El cuerpo utiliza estos componentes básicos para diversos procesos metabólicos. «El cuerpo no prioriza la producción de nuevo colágeno en la piel», afirma Welzel.
Los aminoácidos se utilizan con mucha mayor frecuencia para el cabello y las uñas, ya que se regeneran constantemente. La desnutrición también se manifiesta rápidamente en estas zonas: se vuelven frágiles. La desnutrición también afecta al tejido conectivo y la piel. Por lo tanto, una dieta equilibrada y saludable es suficiente. Los suplementos como el colágeno ya no sirven.

La cadena de farmacias dm ha empezado a ofrecer recientemente análisis de piel y diagnósticos en línea. El presidente de la Asociación Alemana de Dermatólogos no está convencido. ¿Qué tan buenos son estos servicios?
Muchos fabricantes de suplementos de colágeno anuncian ingredientes naturales. El colágeno se encuentra en huesos, tendones y piel. Por lo tanto, los productos de colágeno se derivan de desechos de mataderos de ganado vacuno, porcino o incluso pescado, por ejemplo. Algunas empresas también ofrecen colágeno vegano. Estos productos suelen contener solo varios aminoácidos.
El dermatólogo Welzel tampoco valora mucho el colágeno presente en las cremas para la piel: "Es como si te pusieras un filete fibroso en la piel". Porque los colágenos son demasiado grandes para penetrar la capa superior de la piel hasta la dermis.
El sol tiene la mayor influencia en el tejido conectivo, afirma Welzel: «Si observamos la piel envejecida, la consistencia en zonas como los glúteos, donde nunca ha estado expuesta al sol, a veces sigue siendo perfecta». La luz solar daña el tejido conectivo y reduce su estabilidad, al igual que el tabaco. Por lo tanto, la luz solar, el tabaco y la desnutrición son los mayores riesgos para una piel en mal estado. Por ello, el dermatólogo recomienda principalmente protección solar y una dieta equilibrada como medidas antienvejecimiento.
süeddeutsche